Bienvenid@, tu presencia ilumina este rincón de letras, y agradezco cada momento que elijas pasar conmigo un lindo encuentro....

Poemas de vampiros





UN AMOR DIFERENTE


Una luz destella mis ojos,
es tu mirada que se clava en la mía
como una cuchilla envenenada,
pero aún así me siento atraída por ti.
En la oscura tiniebla de la noche
paseamos cogidos de las manos,
en silencio y sin reproche,
me miras sin mirarme
mientras sentimos el fuego,
del amor que sale de nuestros
negros corazones,
es la sensación que tengo
en tu presencia como el frío del acero
tocas mi mano con pasión.
Es la lujuria del amor
soy presa de tus garras,
te paras frente a mi,
me miras con deseo
deslizas hacia atrás mi cuerpo,
depositando tu boca en mi cuello,
siento una punzada de dolor
y placer a la vez,
haces recorrer mi sangre
por tu cuerpo, te siento gemir,
más yo estoy vencida.



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(c) 2010 Rosana Martí
(Todos los derechos reservados)






LA OSCURIDAD SE APODERA DE MI


En la oscuridad de la noche te hallas
delante de mi con aires de galán
con tu capa fugaz
me ocultas en ella bajo tu cuerpo,
descubro entonces el frío de tu ser,
el temblor del mío al sentirlo,
tiemblo más no de miedo.
Oscura tiembla que me aguarda
entre el camino te mueves
con ligereza como una pluma me llevas
hacia tu paraíso,
me dejo llevar porque no quiero
ni tengo fuerzas para ello,
Ay de mi!!....pienso mientras
siento el aire de la noche con fuerza
en mi cara pálida de terror.
Llévame donde no vea la luz,
deseo vivir en tinieblas contigo.





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(c) 2010 Rosana Martí
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El preludio de unos colmillos o de un gran amor


Doncella – Ay sois vos!!

Se refleja el terror en sus ojos, el vampiro permanece en silencio, mira su expresión y reflexiona de una manera voraz, la mira fijamente no parpadea en su dominio, mantiene la postura desde un principio. La doncella desea gritar pero no sale nada de su garganta que permanece bloqueada por la astucia evidente del depredador.

Vampiro – No tengáis miedo gentil doncella, no os haré nada por el momento.

Doncella – Pues me dais miedo estoy muy asustada de veros.

Ambos permanecen uno en frente del otro con expresiones diferentes, esperando la reacción que pueda tener cada uno de ellos, la espera se hace eterna y cortante, el silencio perdura, por fin se decide hablar el vampiro.

Vampiro – Ya sabéis quién soy…..y lo ¿qué pretendo de vos?.

La encantadora doncella pone cara de no saber que decir en ese momento, pues la pregunta no se la esperaba tan de repente, la verdad se queda inquieta y un tanto desconcertada.

Doncella – Pues a nada bueno creo, esa mirada no me da confianza, más espero ser atacada por vos en cualquier momento, y eso la verdad no me gusta nada.

Sonríe el vampiro casi da una carcajada, pero se contiene pues se ha quedado prendado de la gran belleza de la cortesana.

Vampiro – ¿Tan mala fama tengo que no podéis ver más que cosas malas en mi?.

Doncella – Pues que queréis que piense cuando se dice, se comenta que siempre os mostráis así.

Vampiro – ¿Por qué soy diferente, por qué me muestro en silencio, por qué no gusta mi manera de proceder, acaso no soy educado y correcto?.

Doncella – Si educado sois, y correcto conmigo lo sois de momento, pero veo que buenas intenciones no tenéis.

Vampiro – Pues os diré de antemano que de vos me he enamorado, que mi intención no es haceros daño, aunque resulta un tanto difícil de conseguir mis propósitos, no haré nada que vos no queráis.

Doncella – ¿Por qué de mi habéis quedado prendado?, no he hecho nada por esta conquista, soy una simple campesina, de lo más normal y sin ningún encanto. El vampiro se dirige hacia ella con gentil descaro la coge en brazos como cualquier muñeca de trapo, ella se deja llevar por la fuerza de su amado.

Vampiro – Vuestra sutil belleza me ha hechizado, y yo no os veo en absoluto tan normal y tan mundana, os veo con estos ojos muy hermosa, aunque sencilla, la princesa de mi corazón.

Doncella – ¡Callad por Dios!. Eso me asusta aun más, no podemos seguir con esta falsa.

Vampiro – ¿En verdad no os creéis nada de lo que os he dicho?.

Su decepción le destroza y se refleja en su cara, que ahora yace cabizbaja. Ella al darse cuenta se siente mal de sus palabras e intenta arreglar tan enredosa sisa.

Doncella – No es que no crea en vuestras palabras, que por otro lado agradezco, pero tiene que reconocer que no es muy normal que vos hayáis quedado enamorado de mi, cuando no tenemos nada en común, pienso yo.

Vampiro – ¿Y eso que tiene que ver?. Para enamorarme de vos. ¿Diferentes?. Que tontería. Cualquiera diría que soy un monstruo para vos.

La doncella se queda perpleja de pronto se le enciende la luz y contesta;

Doncella – ¡Un monstruo vos!...pues ahora que lo decís si que lo pienso, pues os mostráis así. No me digáis que no….. Vos creéis que es normal salir de noche por ahí con el único pretexto de asustar, de tenernos a vuestra merced cuando guste vos saciar vuestra sed con sangre, o con carne poco hecha. Esa tez bastante pálida y el frío de vuestro cuerpo, creéis vos que es normal, no hay ser humano que haga eso, pues que debo de pensar.

Vampiro – Pues que soy un ser especial, algo salido de lo típico pero servicial, creo que de momento no he atacada a nadie, y siento de verás haberos tenido que asustar, más no era mi intención asustar a nadie y menos a vos. No soy así por gusto, sino por convicción alguien no se pudo contener y me mordió para darse una gran placer. Aunque no lo creáis yo fui humano un día, así que creo recordar lo que sentís.

La doncella comienza a sentir pena por él y se acerca a consolarle de una manera sin confiarse mucho.

Doncella – Siento haber tenido que pensar así más no me habéis dado elección, la culpa también es de vos porque os mostráis así de una manera feroz.

Vampiro – No se mostrarme de otra manera, pues ahora soy así no pudiendo hacer nada por dejar de serlo, soy un ser nocturno, taciturno, sin alma, y que la sangre es mi único alimento, pero de momento tan sólo me he alimentado de sangre de animales, que cazo muy lejos de aquí.

Vampiro y Doncella después de sincerarse un rato, parecen más tranquilos y menos desafiante que al principio coge a la doncella la mano y empieza hablarle del pasado.

Vampiro – Pues veréis mi historia con agrado. Yo era un hombre de un pueblo cercano a este otro, pero me tuve de ir para no levantar sospechas a todos mis conciudadanos, sobre todo a mi familia. Desaparecí de pronto sin decir nada y en silencio. Mi profesión era herrero, un buen herrero donde los halla, mi labor quedo bastante reflejada en la corte de nuestro rey. Orgulloso me mostraba de arreglar las herraduras de las caballerizas de nuestro soberano. Un día me diría a palacio para recibir mis honorarios y andaba por el bosque cuando una simpática muchacha se me acerco y ofreciéndome comida se hizo dueña de mi confianza y comenzamos a entablar una conversación, así se hizo mi amiga y yo caí en sus redes. En un momento de descuido sentí un mordisco mortal en la yugular, me hizo presa de sus sentidos. Alguien grito de pronto asustado por la situación, supongo, y ella sin más se escapo dejándome herido mortal, el hombre pensó que estaba muerto y me dejo en el bosque entre hojas sepultado. Yo creí estarlo también pues el dolor era el dueño y señor de mi cuerpo mal herido, no paraba de salir sangre, y entre el charco me quede dormido. Cuando desperté era esto que ahora veis, así que esa es mi historia poco más a sucedido y me vine hacia aquí con el simple hecho de rehacer mi nueva vida en una soledad absoluta. Instalándome en la casa que hay a las afueras del pueblo.

La doncella estaba alucinada, se mostraba más amable, mucho menos asustada, y casi prendada de esos ojos y voz que le adoraban.

Doncella – Que triste historia creo yo, y ahora ¿qué pensáis hacer con la nueva vida que os a tocado por error?.

Vampiro – Pues vivirla que queréis que haga, no tengo otra elección.

Doncella – Yo os ayudaré en lo que haga falta, pues sois bueno conmigo y yo agradecida.

Vampiro – Ya sabéis que quiero de vos linda doncella.

Doncella – Si lo sé lo tengo en cuenta, dejarme pensar que hago yo ahora con la suerte que me ha tocado.

Vampiro – Si me amáis nos iremos lejos de este pueblo, probablemente sería mejor irnos más lejos a otra ciudad, yo cuidaría de vos, y vos de mi, claro está.

Doncella – Pues acepto sin rechistar, mejor proposición no voy a tener jamás, ser musa de vos me hace muy especial, hasta me siento mejor de ser vista tal que así. Que más puedo pedir que ser mordida por vos para poder vivir otra vida juntos por la eternidad, aunque sea sólo en la oscuridad, no me importa si vos estáis ahí conmigo.

Se miran los dos con ternura contenida sobre todo por el vampiro, que ahora está más enamorado aún, atrae hacia él la doncella, la abraza con dulzura cobijándola entre sus brazos, besándole la frente, le repite dulcemente, te amo amada mía.



FIN






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1 comentario:

  1. Me gusta el mito de los vampiros. Son hermosos, románticos, apasionados y sumamente letales, como el mismo amor pasional.

    Abrazos de noche oscura

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La magia de las palabras abre las puertas de un mundo infinito, donde cada página es un viaje y cada lectura un encuentro con la belleza de la imaginación.

Mi eterna gratitud por vuestra visita.

Rosana

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