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jueves, 8 de julio de 2010

Poemas Octavio Paz




Nace en Mixcoac, (Ciudad de México), el 31 de marzo del 1914. Poeta, escritor, ensayista y diplomático. Prevalece en sus poemas la madurez del día, en el que se le identifica con el abrazo nupcial de la pareja, por eso se le ha llegado a catalogar como el poeta de las nupcias. De todo hace sus parejas del Sol y la Luna, los animales, las plantas, los astros todos copulan, es un poeta que mezcla el amor y el erotismo en sus obras. Fue un escritor prolífico cuya obra abarcó varios géneros, entre los que sobresalieron textos poéticos, el ensayo y traducciones. Publicó su primer poema ya como adolescente en 1931, con el nombre "Mar de día". Dos años después, a la edad de 19, publicó Luna Silvestre, una colección de poemas. Hacia 1937, era considerado el poeta más joven y prometedor experimentación e inconformismo pueden ser dos de las palabras que mejor definen su labor poética, pero es un poeta difícil de encasillar. Ninguna de las etiquetas adjudicadas por los críticos encaja con su poesía: poeta neomodernista en sus comienzos; más tarde, poeta existencial; y, en ocasiones, poeta con tintes de surrealismo. Ninguna etiqueta le cuadra y ninguna le sobra. En realidad, se trata de un poeta que no echó raíces en ningún movimiento porque siempre estuvo alerta ante los cambios que se iban produciendo en el campo de la poesía y siempre estuvo experimentando, de modo que su poesía acabó por convertirse en una manifestación muy personal y original. Además, se trata de un poeta de gran lirismo cuyos versos contienen imágenes de gran belleza. de la capital mexicana. En el año de 1968 se traslada a la India como embajador. En 1990 obtiene el premio Nobel de literatura como reconocimiento por su obra. En 1998 muere en Ciudad de México el 19 de abril a la edad de 84 años.


ANTOLOGÍA POÉTICA





BAJO TU CLARA SOMBRA


Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
un cuerpo como día derramado
y noche devorada;la luz de unos cabellos
que no apaciguan nunca la sombra de mi tacto,
una garganta, un vientre que amanece
como el mar que se enciende
cuando toca la frente de la aurora;
unos tobillos, puentes del verano;
unos muslos nocturnos que se hunden
en la música verde de la tarde;
un pecho que se alza
y arrasa las espumas;
un cuello, sólo un cuello,unas manos tan sólo,
unas palabras lentas que descienden
como arena caída en otra arena....
Esto que se me escapa,agua y delicia obscura,
mar naciendo o muriendo;
estos labios y dientes,estos ojos hambrientos,
me desnudan de mí
y su furiosa gracia me levanta
hasta los quietos cielos
donde vibra el instante;la cima de los besos,
la plenitud del mundo y de sus formas.




CONTRA LA NOCHE SIN CUERPO...




Contra la noche sin cuerpo
se desgarra y se abrazala pena sola.
Negro pensar y encendida semilla
pena de fuego amargo y agua dulce
la pena en guerra.
Claridad de latidos secretos
planta de talle transparente
vela la pena.
Calla en el día canta en la noche
habla conmigo y habla sola
alegre pena.
Ojos de sed pechos de sal
entra en mi cama y entra en mi sueño
amarga pena.
Bebe mi sangre la pena pájaro
puebla la espera mata la noche
la pena viva.
Sortija de la ausencia
girasol de la espera y amor en vela
torre de pena.
Contra la noche la sed y la ausencia
gran puñado de vida
fuente de pena.






DÍA




¿De qué cielo caído,
Oh, insólito,inmóvil
solitario en la ola del tiempo?
Eres la duración,
el tiempo que madura
en un instante enorme, diáfano:
flecha en el aire, blanco embelesa
doy espacio sin memoria ya de flecha.
Día hecho de tiempo y de vacío:
me deshabitas, borras
mi nombre y lo que soy,
llenándome de ti: luz, nada.
Y floto, ya sin mí, pura existencia.




DOS CUERPOS




Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.




ESCRITO CON TINTO VERDE




La tinta verde crea jardines, selvas, prados,
follajes donde cantan las letras,
palabras que son árboles,
frases que son verdes constelaciones.
Deja que mis palabras,
oh blanca, desciendan y te cubran
como una lluvia de hojas a un campo de nieve,
como la yedra a la estatua,
como la tinta a esta página.
Brazos, cintura, cuello, senos,
la frente pura como el mar,
la nuca de bosque en otoño,
los dientes que muerden una brizna de yerba.
Tu cuerpo se constela de signos verdes
como el cuerpo del árbol de renuevos.
No te importe tanta pequeña cicatriz luminosa:
mira al cielo y su verde tatuaje de estrellas.



LA CALLE




Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;si corro, corre.
Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.






LA POESÍA




Llegas, silenciosa, secreta,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una avidez sombría.
El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente
contra invisibles huestes. Verdad abrasadora,
¿A qué me empujas? No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma
mas hace arder todas las formas.
Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea. Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,aquello que no cede
a tu espada frenética.
Ya sólo tú me habitas, tú, sin nombre,
furiosa substancia, avidez subterránea, delirante.
Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,hielas mi frente,abres mis ojos.
Percibo el mundo y te toco,substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.
Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
ardiente balbuceo,aguas que anega
un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
quietud y movimiento, son lo mismo.
Insiste, vencedora, porque tan sólo existo
porque existes,y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.
Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye, con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma
ni se demora sobre lo que engendra.
Llévame, solitaria,llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con aceite,
para que al conocerte me conozca.



MONÓLOGO



Bajo las rotas columnas,
entre la nada y el sueño,
cruzan mis horas insomnes
las sílabas de tu nombre.
Tu largo pelo rojizo,
relámpago del verano,
vibra con dulce violencia
en la espalda de la noche.
Corriente oscura del sueño
que mana entre ruinas
y te construye de nada:
amargas trenzas, olvido,
húmeda costa nocturna
donde se tiende y golpea
un mar sonámbulo, ciego.




NOCHE DE VERANO


Pulsas, palpas el cuerpo de la noche,
verano que te bañas en los ríos,
soplo en el que se ahogan las estrellas,
aliento de una boca,
de unos labios de tierra.
Tierra de labios, boca donde
un infierno agónico jadea,
labios en donde el cielo llueve
y el agua canta y nacen paraísos.
Se incendia el árbol de la noche
y sus astillas son estrellas,
son pupilas, son pájaros.
Fluyen ríos sonámbulos.
Lenguas de sal incandescente
contra una playa oscura.
Todo respira, vive, fluye:
la luz en su temblor,
el ojo en el espacio,
el corazón en su latido,
la noche en su infinito.
Un nacimiento oscuro, sin orillas,
nace en la noche de verano,
en tu pupila nace todo el cielo.




NOCTURNO


Sombra, trémula sombra de las voces.
Arrastra el río negro mármoles ahogados.
¿Cómo decir del aire asesinado,
de los vocablos huérfanos,
cómo decir del sueño?
Sombra, trémula sombra de las voces.
Negra escala de lirios llameantes.
¿Cómo decir los nombres, las estrellas,
los albos pájaros de los pianos nocturnos
y el obelisco del silencio? Sombra,
trémula sombra de las voces.
Estatuas derribadas en la luna.
¿Cómo decir, camelia,
la menos flor entre las flores,
cómo decir tus blancas geometrías?
¿Cómo decir, oh Sueño, tu silencio en voces?




OTOÑO



En llamas, en otoños incendiadas,
arde a veces mi corazón, puro y solo.
El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!
Busco unas manos,una presencia,
un cuerpo,lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas,
celestes frutos de luz desnuda.
Busco dentro mí,huesos,
violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...
Y algo que no se sabe y dice
"nunca"cae del cielo,de ti,
mi Dios y mi adversario.






SILENCIO


Así como del fondo de la música

brota una nota

que mientras vibra crece

y se adelgaza

hasta que en otra música en

mudece, brota del fondo del silencio

otro silencio, aguda torre, espada,

y sube y crece y nos suspende

y mientras sube caen

recuerdos, esperanzas,

las pequeñas mentiras

y las grandes,y queremos gritar

y en la gargantase desvanece el grito:

desembocamos al silencio

en donde los silencios enmudecen.




SONETO


Del verdecido júbilo del cielo

luces recobras que la luna pierde

porque la luz de sí misma recuerde

relámpagos y otoños en tu pelo.

El viento bebe viento en su revuelo,

mueve las hojas y su lluvia verde

moja tus hombros, tus espaldas muerde

y te desnuda y quema y vuelve hielo.

Dos barcos de velamen desplegado

tus dos pechos. Tu espalda es un torrente.

Tu vientre es un jardín petrificado.

Es otoño en tu nuca: sol y bruma.

Bajo del verde cielo adolescente.

Tu cuerpo da su enamorada suma.




TUS OJOS



Tus ojos son la patria del relámpago
y de la lágrima, silencio que habla,
tempestades sin viento,
mar sin olas, pájaros presos,
doradas fieras adormecidas,
topacios impíos como la verdad,
otoño en un claro del bosque
en donde la luz canta en el hombro
de un árbol y son pájaros todas las hojas,
playa que la mañana encuentra
constelada de ojos, cesta de frutos de fuego,
mentira que alimenta, espejos de este mundo,
puertas del más allá,
pulsación tranquila del mar a mediodía,
absoluto que parpadea, páramo.



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Rosana

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