Bienvenid@, tu presencia ilumina este rincón de letras, y agradezco cada momento que elijas pasar conmigo un lindo encuentro....

domingo, 31 de octubre de 2010

Quiero por Mario Beer-Sheva

 



Quiero, por fin quiero, tener la valentía de enviarte este escrito y decirte que será, el último, que de mí recibirás.
Quiero y muy contento estoy por ello, de asegurarte que lo nuestro terminó, si es que existió.
Quiero, con toda mi voz, contarle al mundo que te quise, pero eso ya pasó. Que hoy puedo escribirte, sin temor y sin dolor, que mis noches y mis sueños son normales.
Quiero, decirte, que tú fuiste como una estrella fugaz, que es hermosa pero no deja ningún rastro para apreciar su belleza.
Quiero compararte con una tormenta de verano, que con truenos y relámpagos, cuando el cielo se calma, sale, nuevamente el sol y la tierra aprovecha la humedad, como fue nuestro amor. Una tormenta de verano, que sólo experiencia nos dejó.
Quiero que comprendas, que amores, como los nuestros, no son amores, son heridas sobre heridas, que nunca dejan de cicatrizar, Y puede ser que encontremos, en vidas separadas, nuestras felicidades.
Quiero que no tengas dudas, yo te amé, con ternura, con respeto y con la pasión que los años me permitan ¡Pero tú nunca lo entendiste! Cuando la pasión, con los años, se fueron, tú te fuiste con ellos.
Quiero, por fin quiero, darte un buen consejo, de alguien que tanto te amó. El amor es entrega, sin años y distancia. La pasión necesita años y distancia, para no apagarse y transformarse en cenizas, como el tronco en el viejo hogar.
¡No confíes en la pasión y en las estrellas fugaces!
¡Confía en las estrellas, que están en el firmamento, decorando el mismo cielo!
¿No te parece mejor?




Mario Beer-Sheva



Poemas César Vallejo





“He nevado tanto para que duermas”…


César Abraham Vallejo Mendoza, nace el 16 de marzo del 1892 en Santiago de Chuco-Perú. Escritor y poeta peruano considerado entre los más grandes innovadores de la poesía del siglo XX. Sus estudios primarios los realiza en el Centro Escolar del mismo Santiago de Chuco, pero desde abril de 1905 hasta 1909 estudia la secundaria en el Colegio Nacional San Nicolás de Huamachuco. En 1910 se matricula en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo, pero debido a la carencia económica retorna a su pueblo, con el propósito de trabajar y ahorrar para continuar luego sus estudios. En 1911 viaja a Lima para matricularse en la Facultad de Medicina de San Fernando, pero nuevamente abandona el claustro universitario por razones económicas o tal vez por desilusionarse de dicha carrera. En 1913 regresa a Trujillo con el propósito de retomar sus estudios universitarios en Letras. A fin de costearse sus estudios, trabaja como maestro en el Centro Escolar de Varones, y luego como profesor del primer año de primaria en el Colegio Nacional de San Juan. El 22 de septiembre de 1915 se gradúa de bachiller en Letras con su tesis El romanticismo en la poesía castellana.
Publica sus primeros poemas en los diarios y revistas locales (algunas de las cuales son recogidas por publicaciones de Lima). Vallejo abarcó prácticamente todos los géneros literarios: poesía, narrativa (novelas y cuentos), teatro y ensayo. Se debe también mencionar su copiosa labor periodística (crónicas y artículos).
La lírica es en donde Vallejo alcanza su verdadera expresión y sus más altas cotas.

Consta de tres etapas:

Etapa modernista.

El poeta nos habla de lo nativo. Allí están las profundas vivencias de los sucesos cotidianos, la vida familiar y aldeana, el paisaje tierno y eglógico, pero expresados todavía con el gusto modernista y las formas métricas y estróficas de la poesía clásica. También encontramos temas más elevados como la protesta contra el destino del hombre, la muerte, el dolor, la conciencia de orfandad, el absurdo, todos ellos tratados por el poeta con un acento muy personal.

Etapa vanguardista.

Su perplejidad ante el mundo se había acrecentado: la muerte de su madre, sus fracasos amorosos, la experiencia de no ser aceptado totalmente en Lima y su estadía en una lóbrega cárcel de Trujillo, son los principales acontecimientos que marcaron el profundo sentimiento de exclusión del poeta. Estas experiencias forjaron en él ese sentimiento de ser humano preso de la existencia o de la sociedad y fueron el origen del desgarramiento del poeta, del dolor infinito que encierra cada poema, y de su densidad y hermetismo.

Etapa revolucionaria.

En esta nueva fase de su poética su lenguaje es pues más accesible para el lector común. El poeta buscaba precisamente acercarse más al pueblo. Se considera que uno de los factores que más influyó en este cambio de rumbo de su poesía fue su adhesión al marxismo, pensamiento que coincidía con algunas de las preocupaciones que lo habían acompañado a lo largo de su vida. Si bien la nota reiterativa en estos poemas sigue siendo la insatisfacción del poeta ante la vida y el pertinaz dolor de vivir; sin embargo, esta vez trae consigo una nota de esperanza. Ella radicaría en su fe en la unidad de todos los hombres.

A inicios de 1938 se encuentra trabajando en París como profesor de Lengua y Literatura, pero en marzo sufre de agotamiento físico. El día 24 de marzo es internado por una enfermedad desconocida (después se supo que fue la reactivación de un antiguo paludismo que sufrió de niño). Fallece el 15 de abril del 1938 en Paris-Francia.







POEMAS





DESHOJACIÓN SAGRADA



Luna! Corona de una testa inmensa,

que te vas deshojando en sombras gualdas!

Roja corona de un Jesús que piensa

trágicamente dulce de esmeraldas!


Luna! Alocado corazón celeste

¿por qué bogas así, dentro la copa

llena de vino azul, hacia el oeste,

cual derrotada y dolorida popa?


Luna! Y a fuerza de volar en vano,

te holocaustas en ópalos dispersos:

tú eres talvez mi corazón gitano

que vaga en el azul llorando versos!...



DESHORA


Pureza amada, que mis ojos nunca

llegaron a gozar. ¡Pureza absurda!


Yo sé que estabas en la carne un día,

cuando yo hilaba aún mi embrión de vida.

Pureza en falda neutra de colegio;

y leche azul dentro del trigo tierno

a la tarde de lluvia, cuando el alma

ha roto su puñal en retirada,

cuando ha cuajado en no sé qué probeta

sin contenido una insolente piedra,

cuando hay gente contenta; y cuando lloran

párpados ciegos en purpúreas bordas.


Oh, pureza que nunca ni un recado

me dejaste, al partir el triste barro,

ni una migaja de tu voz; ni un nervio

de tu convite heroico de luceros.


Alejaos de mí, buenas maldades,

dulces bocas picantes...


Yo la recuerdo al veros ¡oh mujeres!

Pues de la vida, en la perenne tarde,

nació muy poco ¡pero mucho muere!




DESNUDO EN BARRO


Como horribles batracios a la atmósfera,

suben visajes lúgubres al labio.

Por el Sahara azul de la Sustancia

camina un verso gris, un dromedario.


Fosforece un mohín de sueños crueles.

Y el ciego que murió lleno de voces

de nieve. Y madrugar, poeta, nómada,

al crudísimo día de ser hombre.


Las Horas van febriles, y en los ángulos

abortan rubios siglos de ventura.

¡Quién tira tanto el hilo: quién descuelga

sin piedad nuestros nervios,

cordeles ya gastados, a la tumba!


¡Amor! Y tú también. Pedradas negras

se engendran en tu máscara y la rompen.

¡La tumba es todavía

un sexo de mujer que atrae al hombre!



AMOR PROHIBIDO


Subes centelleante de labios y de ojeras!

Por tus venas subo, como un can herido

que busca el refugio de blandas aceras.


Amor, en el mundo tú eres un pecado!

Mi beso en la punta chispeante del cuerno

del diablo; mi beso que es credo sagrado!


Espíritu en el horópter que pasa

¡puro en su blasfemia!

¡el corazón que engendra al cerebro!

que pasa hacia el tuyo, por mi barro triste.

¡Platónico estambre

que existe en el cáliz donde tu alma existe!


¿Algún penitente silencio siniestro?

¿Tú acaso lo escuchas? Inocente flor!

... Y saber que donde no hay un Padrenuestro,

el Amor es un Cristo pecador!



AUSENTE



Ausente! La mañana en que me vaya

más lejos de lo lejos, al Misterio,

como siguiendo inevitable raya,

tus pies resbalarán al cementerio.


Ausente! La mañana en que a la playa

del mar de sombra y del callado imperio,

como un pájaro lúgubre me vaya,

será el blanco panteón tu cautiverio.


Se habrá hecho de noche en tus miradas;

y sufrirás, y tomarás entonces

penitentes blancuras laceradas.


Ausente! Y en tus propios sufrimientos

ha de cruzar entre un llorar de bronces

una jauría de remordimientos!






sábado, 30 de octubre de 2010

Queridos Libros por Mario Beer-Sheva





Gracias. No conozco otra palabra que refleje mis sentimientos, hacia ti. Cuantas aventuras juntos hemos pasado, con dolor o con alegría. Contigo he aprendido a ser un buen amante, tierno y considerado. He conocido la valentía y el sacrificio.
He aprendido las distintas caras de la maldad. He conocido lugares reales, que me han llenado de emoción y he conocido lugares, que existen en la imaginación. He llenado mi soledad de personas y entre la gente, en ti pude apartarme buscando la soledad, para poder pensar.
Tú me has enseñado que la verdadera riqueza no es el dinero. Me has contado historias que no conocía y otras me hiciste recordar. Fuiste mi compañero en las tormentas de nieve, en invierno y en verano, junto al mar. Acompañaste mis días tristes, al perder a mis padres, a mis amigos, los que me dejaron y ya no están. Te debo todo lo que aprendí lo que soy. Gracias a ti hoy puedo escribir de lugares cercanos o lejanos, de lugares que viven en mi y otros que nunca vi. He recreado mis horas solitarias, con solo tu presencia, me has educado, me has dado, muchas veces, la fuerza del no abandono, del no claudicar. Y por eso seguí luchando, peleando hasta que al fin hoy, estoy aquí. Te conozco hace más de medio siglo, te he conocido con tantos
nombres, que en definitiva, no sé como te llamas. Gracias, nuevamente gracias, queridos libros.



Mario Beer-Sheva


viernes, 29 de octubre de 2010

Sólo, Antes de Partir por Mario Beer-Sheva

 


Estoy preparado para irme y por costumbre, me llevaré mi cuerpo. Te dejaré mi alma, ignoro donde está, si la encuentras; regálala. ¿Que puede hacer el alma, sin el cuerpo que lo albergó?
Haz con él, lo mejor que te parezca, puede ser que encuentres un comprador, o bien tíralo.
¡Ya no tiene valor!
Te dejaré fotos, montones de fotos. Quémalas, son recuerdos de años pasados, que sirven, para darnos cuenta que teníamos menos años, menos kilos y más pelo y éramos jóvenes. También te dejaré, varios papeles, donde escribí ideas brillantes y cobardes; nunca tuve valor para publicarlas.
Tendrás oportunidad de leer los libros que te dejo, que con ellos conocerás mi gusto por la literatura.
¡Véndelos por kilo, algo sacarás!
Sobre mi ropa, te diré, que me pondré el traje de verano, te dejo el de invierno, la camisa blanca, con ella viajaré, te dejaré tres camisas y varias corbatas, vestiré sin corbata. Mi ropa interior, puedes tirarla, no tienen ningún valor. No te pide que me recuerdes, no es necesario y no sirve de nada. Quiero pedirte que rehagas tu vida, que aproveches tus años, que salgas con amigos y que tengas amantes. Te pido que abras, una nueva ventana en tu vida. Tienes buena figura, eres instruida, no te falta dinero y tu posición, laboral, es buena. Todo esto, son acciones positivas, que debes aprovechar, porque el tiempo no perdona y la vida continua, haz tu lo mismo.
Y como pedido final: ¡Olvídame, no vivas de los recuerdos! ¡Nada de ellos conseguirás!
Los recuerdos, muchas veces, son para aquellos que quieren sufrir. Y tú, como pájaro sin jaula, deja que los recuerdos puedan huir.
Estoy preparado. ¡Pueden, ustedes, la mesa servir!


Mario Beer-Sheva


jueves, 28 de octubre de 2010

No Seas Una Marioneta






Amiga hoy me vas a escuchar,
no dejes que un amor te engañe
con falsas ilusiones
cuando te chilla, te pone la mano encima,
te esclaviza,
no consientas que te hunda como mujer
que te diga lo que tienes que hacer,
o cómo debes vestir,
que te utilice a su antojo y placer,
no seas una marioneta ante él:
se valiente y denúnciale.
porque ningún ser humano
merece ser tratado tan vejatoriamente,
no le sigas la corriente,
sino mejor corre muy lejos,
tan lejos que no pueda alcanzarte,
no tengas miedo,
apóyate en personas buenas
que te ayuden a salir de este hoyo,
que tú creíste amor,
no es tu amor, porque no te
respeta, ni te tiene en consideración.
Amiga déjate ayudar,
yo te tiendo mi mano
y manos como la mía,
a tu lado verás,
sólo sé valiente denuncia
a tu verdugo antes que sea
él quién acabe con tu vida,
no dejes amiga,
que por un estúpido despiste seas tú,
la próxima víctima.








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¡NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO!
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miércoles, 27 de octubre de 2010

La Paja del Trigo por Mario Beer-Sheva





En mis años de viajar y recuerdos a juntar, hoy quiero hablar de algunos, porque tengo miedo de olvidar. Se acumula en el cerebro, sueños y realidades, de tal forma que confundo uno de otros.
Los años al pasar hace difícil diferenciar lo que fue o lo que hubiera sido. Los años traen experiencias y también olvidos. Los años es tiempo y el tiempo no dura para siempre, porque es el compañero de la vida hasta el morir.
Y es por eso que se hace necesario ir contando, antes de olvidar, aunque quede la duda si el contar es realidad o un sueño nada más.
Ya sabemos que el sueño es un deseo no cumplido, pero si deseado. Y desear y anhelar, es una fuerza interior que nos mantiene viva la ilusión, de hacerlo realidad.
Soy un viejo joven poeta. Viejo por la edad y joven porque hace poco comencé a volcar en el papel los recuerdos de mis viajes, mis triunfos,mis derrotas, mis amores. Al faltar, mis escritos quedarán y quizás algún curioso lo leerá, pero nunca podrá diferenciar la ficción de la realidad. Hoy, ni yo mismo puedo hacerlo ya. ¿Acaso es importante escuchar una historia y saber con seguridad, si es ficción o realidad?
En el colegio estudiamos historia, según el historiador. ¿Acaso tiene testigos?
¡¡¡Claro que no!!! Es por eso que te digo: *Querido lector, si algún día lees mis escritos, te desafío, si puedes separar la verdad de la ficción, como la paja del trigo.*




Mario Beer-Sheva


martes, 26 de octubre de 2010

Poemas Rosa Chacel

 



Rosa Chacel Arimón, nace el 3 de junio del 1898 en Valladolid-España. Su madre, maestra, le brinda la formación elemental en casa, a causa de la delicada salud de la niña. A los 9 años Chacel va a vivir con su abuela materna a Madrid, en el barrio de Maravillas que años después glosará en su obra homónima. Chacel estudió dibujo con Fernanda Francés en la Escuela de Artes y Oficios de la calle de la Palma y en la Escuela del Hogar y Profesional de la Mujer e ingresó más tarde en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, que dejó en 1918. En ese momento comienza a vincularse con la bohemia literaria de los cafés madrileños: el Granja del Henar y la Bollería de Pombo, y también el Ateneo de Madrid. En 1933 pasará seis meses sola en Berlin, superando la crisis creativa creada por la muerte de su madre. En estos años formativos recibe la influencia de Proust y del Joyce de Retrato de un artista adolescente, pero también de Freud y Nietzsche. Entra en el círculo de Ortega y Gasset. Publica en la Revista de Occidente dos relatos (Chinina Migone, 1928, y Juego de las dos esquinas, 1929) y el ensayo Esquema de los problemas culturales y prácticos del amor (1931), y también en La Gaceta Literaria. lo largo de su carrera literaria, Rosa Chacel incursionó por el género de la novela, el cuento, la poesía, las biografías y el ensayo. “Memorias de Leticia Valle”, “Acrópolis”, “Sobre el piélago”, “Balaam y otros cuentos”, “A la orilla de un pozo”, “Timoteo Pérez Rubio y sus retratos del jardín”, “Saturnal”, “Rebañaduras” y “La lectura es secreto” son sólo algunos de los títulos que forman parte de la extensa obra literaria de la autora, gracias a la cual ha ganado diversos reconocimientos, como el Premio Castilla y León de las Letras
y el Premio Nacional de las Letras Españolas, además de haber sido nombrada Hija Predilecta de Valladolid y obtenido el doctorado honoris causa por la Universidad de Valladolid. Fallece el 7 de agosto del 1994 en Madrid-España.




POEMAS





NARCISO


¿Dónde habitas, amor, en qué profundo
seno existes del agua o de mi alma?
Lejos, en tu sin fondo abismo verde,
a mi llamada pronto e infalible.
Nuestras frentes unánimes separa
frío, cruel cristal inexorable.
Zarzas de tus cabellos y los míos
tienden, en vano, a unir lindes fronteras.
Sobre el mío y tu cuello mantenido
un templo de distancia en dos columnas
silencio eterno guarda entre sus muros;
nuestro mutuo secreto, nuestro diálogo.
Silencio en que te adoro, en que te encierras,
recinto de silencio inaccesibles
y lugar a la vez de nuestras citas.
¡Siglos espero frente a la cruenta
muralla dura que lamento inerme!
Eternidades entre nuestras bocas
a cien brisas y a cien vuelos de pájaros.
¿Para qué pies que hollaban la pradera
jóvenes, blancos corzos corredores
si no me llevan hacia ti ni un punto?
¿Para qué brazos tallos de mis manos
si jamás alcanzarán a estrecharte?
¡Límpida, clara linfa temblorosa
jamás en nuestro abrazo aprisionada!
¿Para qué vida, en fin, si vida acaba
en el umbral de la mansión oscura
donde moras sin hálito, en el vidrio
que con mi aliento ni a empañar alcanzo?
¡Oh, sueño sin ensueño, muerte quieta
lecho para mi anhelo, eterno insomne!
¡Único al fin reposo de mis ojos
tu infinito vacío negro espejo!



A PABLO NERUDA


Yo veo a tu dragón, llorando ciego,
con el hambre clavada entre las cejas,
lamer la sombra, cuando tú te alejas
y queda yerto el polvo de tu fuego.
Zozobrar en el rojo, ingente riego
de fluviales hespérides complejas,
limpiar su pelo de memorias viejas
y sonreír, agonizando luego.
Si la piedad su tierna flor incuba
para ti, entre blasfemias y escorpiones,
el placer del martirio es tu camino.
Cuando a tu frente el sacro aliento suba,
cautiva el canon, luz de sus lecciones,
y plántalo en el centro de tu sino.



A RAFAEL ALBERTI


Cuando la mar esté bajo tu almohada
¡Alegría de turbas infantiles!
¡Triunfo de los egregios, varoniles
pámpanos que estremece la alborada!
Frutos dará la náyade dorada
que llamea en los ínclitos candiles
y en sus perlas de amor claros abriles
hervirán al compás de tu mirada.
¡Qué ventura te aguarda en el impacto
si alcanzar logras la divina orquesta!
Tu frente surtirá con el contacto
de la escondida nuez templada y presta
que a trompa airada vibrará en el acto.
¡La vida es gracia y el reír no cuesta!




lunes, 25 de octubre de 2010

La Pena del Adiós por Mario Beer-Sheva

 



Aquí, frente a mi ordenador, procuraré recordar y escribir el paseo, que esta mañana dí. Fui al aeropuerto internacional, con el fin de gastar el tiempo. En el salón principal, un anciano apoyado en su bastón, despedía a un matrimonio joven con un niño de seis o siete años.

*Se comunica a los señores pasajeros...*

El anciano dejó su bastón caer y abrió los brazos como queriendo abrazar, a sus seres queridos, en un abrazo final, emotivo y procurando no llorar...

*...el embarque se hará por la puerta número...*

Los tres abrazados, entre si, el niño abrazado a la pierna de su abuelo. Al oír la orden de embarque, comenzaron a llorar la partida inmediata...

*...se recomienda presentarse con la tarjeta de embarque en mano...*

Ya todo estaba dicho, ya todo faltaba por decir, sin decir, cada uno pensaba si esta sería la partida final. Teniendo en cuenta la edad del abuelo, era el ir y no regresar...

*...se aconseja, a los señores pasajeros, no olvidar pertenencias personales...*

Las lágrimas, que asomaban a sus ojos, como pequeños ríos del deshielo que cae de la montaña, inundó los rostros de esta gente y me hizo doler el corazón.
¡Partir es morir, sin posibilidad del reencuentro, es morir total!

*...esperamos tengan un buen viaje. ¡Gracias por elegirnos! *

Los tres jóvenes embarcaron, el abuelo levantó su bastón, apoyó un brazo en la columna, escondió su rostro, y sus hombros comenzaron a sollozar con el silencio del gran dolor.

Hoy, debo escribir que, he conocido la pena, el pesar, el desconsuelo y el dolor . ¡Debo reconocer que aún me dura la tortura de mi paseo matinal!





Mario Beer-Sheva


domingo, 24 de octubre de 2010

Sin Inspiración





Me siento en un banco de la plaza, extraigo una hoja, pluma, me la llevo a la boca, buscando la inspiración, de cualquier razón de escribir, pero no viene nada mi mente está ofuscada, de problemas cotidianos, de mañana que haré de comer, tengo que acabar de hacer esto o lo otro, no puedo pensar nada más que en otras cosas, si tendré dinero a final de mes, si empezaré a amar nuevamente, pues hace tanto tiempo que él se fue.
Que se me olvidó de pronto cómo se ama, ya no me acuerdo del sentido de todo, como empezó, si recuerdo como acabó, con ese adiós seco y amargo, que todavía lo tengo en mi boca, haciendo estragos en ella donde provoca mi pena, no poder continuar con todo por culpa de este amor que se fue.
Y que aún ahora es mi tortura, no me deja vivir.
Mis noches son eternas, mis días interminables, es como una condena sin ser culpable, o lo mismo soy culpable y no lo sé, que estúpida fui, nunca voy a saber, por qué huyó de mí con ese escueto adiós, todas esas palabras que no dijimos, que tal vez se pudo arreglar, pero no se arregló, pues las palabras quedaron en el aire.
A saber donde pararían, y quién las recogería, qué iba a pensar, sigo esperando que poner en la hoja en blanco que tengo delante de mi, mejor la dejo vacía hasta que venga al alma mía los deseos de amar nuevamente, y ser, al mismo tiempo correspondida.





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sábado, 23 de octubre de 2010

Poema Horóscopo Escorpio



Escorpio




(del 23 Octubre al 21 de Noviembre)


¿Quién es capaz de morir de amor y sentir el aguijón del deseo hasta consumirse lentamente? ¿Quién es intenso, misterioso y enigmático, sibilino, hermético e impenetrable? ¿Quién siente como nadie la inquietud del más allá, el enigma esotérico de la metempsícosis, la metamorfosis y la muerte transmutadora? ¿Quién? si no Escorpio. Tu eres Escorpio, ardiente, incansable, tenaz, apasionado, aunque celoso y posesivo, cuando clavas tu aguijón sabes muy bien donde debes escainzar tu veneno. ¡Escorpio, Escorpio!, tu nombre es amor. Más allá de la vida y de la muerte. Lobo estepario de las eternas búsquedas del alma inmortal. ¡Escorpio, Escorpio! Regido por los planetas más fuertes y violentos, Marte y Plutón. Escorpio, lleno de fuerza magnética, de mirada hipnotizante y catalizadora. Tu impregnas al amado, lo imantas, le seduces con las mil y una artimañas plutonianas de tus poderes ocultos.

El primer decanato de Escorpio va del 23 de Octubre al 1 de Noviembre.

Regido por el planeta ígneo, guerrero y batallador: Marte
Confiere al nativo una gran perseverancia en sus propósitos, metas y dedicaciones personales. Amante fiel, pasional y de entrega sin concesiones. En el terreno amoroso siempre existen circunstancias extrañas y misteriosas que obstaculizan una armonía apareciendo indiscreciones y situaciones ambivalentes. Audaz, capaz de todo lo original y fuera de serie. Don de mando.

El segundo decanato de Escorpio va del 1 al 11 de Noviembre.

Regido por el áurico y mayestático Sol. Confiere una naturaleza radiante y demostrativa, espíritu declamatorio y artístico. Profundos recursos internos. Vocaciones sentidas e inspiraciones del alma, fama y gloria ganada a través de merecimientos y entrega total sin condiciones. Dignidades y satisfacciones de amor propio.

El tercer decanato de Escorpio va del 11 al 21 de Noviembre.

Regido por el planeta del amor y la belleza: Venus.
Confiere romanticismo y sentimientos a flor de piel. Hipersensible, amoroso. Conviene recordarle aquella frase del filósofo: " no entregues tu corazón a cualquiera si no quieres que te lo picoteen los cuervos " Es un decanato muy esotérico y los nativos poseen facultades parapsicológicas e incluso telepáticas. Intuiciones geniales.

El metal de Escorpio es el hierro y el plutonio.
El martes, el día de la semana que le corresponde.
Su color el rojo profundo e ígneo.
Su perfume: Laurel cerezo
Sus piedras preciosas: Rubí, Jaspe y Ópalo.
Su número: el ocho.

Los signos más afines a Escorpio son:

Piscis y Cáncer.
Luego le siguen: Virgo y Capricornio

El Jardinero por Mario Beer-Sheva

 



La luna llena, coronada por estrellas, iluminó el camino a la casa de mi amada. Estoy frente a su casa, rondando su calle, espiando su esquina. Con los ojos en las ventanas, rezando poder verla para soñar con ella.
¿Ella conoce mis sentimientos? ¡No, no conoce mis sentimientos!
¿Acaso conoce mi corazón? ¡No, no conoce mi corazón!
Ella no sabe que existo, mi amor es sincero, pero no existe. Mi amor es puro, pero para ella soy como una nube que se pierde entre las nubes.
¡Oh amada mía! Pasas a mi lado indiferente y coqueta. Conozco el perfume que dejas al pasar, conozco tus ojos que brillan de alegría, conozco tu pelo que el viento hace bailar, conozco tu cuerpo que despierta en mi la ironía de amarte tanto y no poder hacerte mía. Esta noche, nuevamente, rondaré tu casa, espiaré en tus ventanas, rezaré para verte, entraré en tu jardín y osadamente, cortaré las rosas, las más hermosas, ya que tú sabes que yo planté las rosas las cuidé, las podé, las regué.
¡Oh amada mía! ¡Tú sabes bien, que las rosas que hay en tu jardín son mías!


Mario Beer-Sheva

Las Golondrinas por Mario Beer-Sheva




Veo pasar las primeras golondrinas, en sus viajes a climas más cálidos. Son las golondrinas de todos los años, de todos los años que tú te fuiste y me dejaste. Ellas me conocen, ya que siempre les pido que si te ven, que te digan que regreses, que este es tu verdadero hogar.Ellas nos vieron, tomados de la mano, recorrer la costa del río y amarnos bajo los árboles, de día y de noche. Ellas nos vieron despertarnos con el sol, después de una luna de amor. Ellas escucharon nuestras promesas ,nuestros planes y fueron testigos de nuestra pasión. En sus viajes, a climas cálidos, de ida y de vuelta, fueron partícipes de nuestro idilio, en esta isla que fue nuestro hogar. Vivíamos desnudos o vestidos, nos amábamos cuando nuestros deseos nos desbordaban, comíamos cuando teníamos hambre, dormíamos cuando el sueño nos reclamaba. Con nuestra pequeña lancha, íbamos al puerto por algunas provisiones, pero en general la isla nos alimentaba, nos cobijaba. No necesitábamos nada más.Un amor perfecto, un clima perfecto, un sueño de lujo hecho realidad.Las golondrinas, dos veces al año, nos saludaban y nosotros reíamos y les contestábamos con risas a sus graznidos, como se saluda a grandes amigos que se ven y se espera los meses a pasar. Un día te fuiste, te fuiste de este mundo. ¡Quién sabe con quién! Hoy llevé flores a la costa del río y me pregunté: ¿Porque las golondrinas dejaron el sol y pasan de noche?
¿Acaso, para no verme llorar?



Mario Beer-Sheva



viernes, 22 de octubre de 2010

Poemas Leopoldo Lugones

 



Nació en Villa de María del Río Seco, en la provincia de Córdoba-Argentina, el 13 de junio del 1874. Aprendió las primeras letras de la mano de su madre doña Custodia Arguello y de ella recibió una educación católica estricta. Más tarde concurriría a la pequeña escuela de Ojo de Agua dirigida por Miguel Novillo donde recibió su enseñanza: ortografía, letra redonda y matemáticas rudimentarias. Cursa el bachillerato en el Colegio Nacional de la ciudad de Córdoba, en donde destacó tanto por su aplicación como por su rebeldía. Y es en esa ciudad provinciana donde se iniciará a los dieciocho años en el periodismo y en la literatura. Las primeras actividades literarias de Lugones se desarrollarán en el marco de un periódico liberal. Las Montañas de Oro se publican en 1897, y está escrito entre los veinte y los veintidós años de Lugones. Su verso libre e incluso su prosa, esconde siempre endecasílabos. El libro está dividido en tres ciclos, en el último, constituido por el suntuoso poema Las Torres el poeta aparece como centro y motor de la lucha que predica. Los crepúsculos del jardín, aparece ocho años después con un Lugones distinto al anterior. Se trata de un libro próximo a la estética decadentista, donde la influencia de los parnasianos y en especial de Samaín es muy clara. Sensualidad verdeniana, y lo que hoy podríamos llamar vencianismos están mezclados con sentimientos de soledad y tristeza como ejemplariza su poema “El Solterón”. Abundan los sonetos, aunque también utiliza la quintilla o el verso libre. Lunario sentimental (1909) es sin duda el más importante de sus libros poéticos, y quizá por eso fue la piedra angular del escándalo durante muchos años. Un libro entero dedicado a la luna. Especie de venganza con que sueño casi desde mi niñez, siempre que me veo acometido por la vida, dice el poeta defendiéndose de los ataques que recibió al publicar primero su poema “Himno a la Luna”, cinco años antes, en el que la crítica veía, y veía bien, una hostilidad a la realidad de la que no se salvaba ni la misma luna, despojada ya de los atributos míticos que la habían concedido los románticos. Lugones inicia así con este libro la después tan alardeada “Deshumanización del arte”. Y la inicia con un libro atrabiliario en el que hay conceptos singulares y versificación extraña. Un lenguaje eléctrico, en el que entran términos de la física y de la química, neologismos, voces dialectales, junto a una rima caprichosa y sorpresiva, llena de diversidades métricas, además de un tono desenfadado, irónico, y desmitificador hacen que “Lunario sentimental” suscitara reacciones de extrañeza en la poesía argentina de su época. Libre provocador por excelencia tardó en ser considerado como fundador de la poesía moderna en castellano. Antes recibió la crítica brutal. Con Odas Seculares, escrito en 1910 para celebrar el primer centenario de la independencia argentina, inicia Lugones ese segundo ciclo de su obra poética donde patria y hogar son los temas de su verso. La patria, las cosas útiles y magníficas, las ciudades y los hombres, son las metas de sus odas. El periodismo fue la escuela cotidiana de la prosa de Lugones. Desde que en 1893 dirigió en Córdoba "El Pensamiento Liberal" hasta la fecha de su muerte no dejó nunca de colaborar con la prensa como cronista, articulista político, o investigador literario. Muere en San Fernando, Buenos Aires-Argentina, el 18 de febrero del 1938.





POEMAS


Bajo la calma del sueño,
calma lunar de luminosa seda,
la noche
como si fuera
el blanco cuerpo del silencio,
dulcemente en la inmensidad se acuesta.
Y desata
su cabellera,
en prodigioso follaje de alamedas.
Nada vive sino el ojo
del reloj en la torre tétrica,
profundizando inútilmente el infinito
como un agujero abierto en la arena.
El infinito.
Rodado por las ruedas
de los relojes,
como un carro que nunca llega.
La luna cava un blanco abismo
de quietud, en cuya cuenca
las cosas son cadáveres
y las sombras viven como ideas.
Y uno se pasma de lo próxima
que está la muerte en la blancura aquella.
De lo bello que es el mundo
poseído por la antigüedad de la luna llena.
Y el ansia tristísima de ser amado,
en el corazón doloroso tiembla.
Hay una ciudad en el aire,
una ciudad casi invisible suspensa,
cuyos vagos perfiles
sobre la clara noche transparentan,
como las rayas de agua en un pliego,
su cristalización poliédrica.
Una ciudad tan lejana,
que angustia con su absurda presencia.
¿Es una ciudad o un buque
en el que fuésemos abandonando la tierra,
callados y felices,
y con tal pureza,
que sólo nuestras almas
en la blancura plenilunar vivieran?...
Y de pronto cruza un vago
estremecimiento por la luz serena.
Las líneas se desvanecen,
la inmensidad cámbiase en blanca piedra
y sólo permanece en la noche
aciagala certidumbre de tu ausencia.



LA PALMERA



Al llegar la hora esperada
en que de amarla me muera,
que dejen una palmera
sobre mi tumba plantada.
Así cuando todo calle,
en el olvido disuelto,
recobrará el tronco esbelto
la elegancia de su talle.
En la copa, que su alteza
doble con melancolía,
se abatirá la sombría
dulzura de su cabeza.
Entregará con ternura
la flor, al viento sonoro,
el mismo reguero de oro
que dejaba su hermosura.
Como un suspiro al pasar,
palpitando entre las hojas,
murmurará mis congojas
la brisa crepuscular.
Y mi recuerdo ha de ser,
en su angustia sin reposo,
el pájaro misterioso
que vuelve al anochecer.




Con pérfido aparato
De amorosa fatiga,
Luce su oro en la intriga
Y en el ojo del gato.
Poetas, su recato
No pasa de su liga;
Evitad que os consiga
Su fácil celibato.
Su dulce Shakespeare canta
Su distinción de infanta de naranja;
Mas, cuando su alma aduna
Con Julieta infelice,
Swear not by the moon, dice:
"No juréis por la luna" .....


Al promediar la tarde de aquel día,
cuando iba mi habitual adiós a darte,
fue una vaga congoja de dejartelo
que me hizo saber que te quería.
Tu alma, sin comprenderlo, ya sabia. . .
con tu rubor me ilumino al hablarte,
y al separarnos te pusiste aparte
del grupo, amedrentada todavía.
Fue silencio y temblor nuestra sorpresa,
mas ya la plenitud de la promesa
nos infundía un jubilo tan blando,
que nuestros labios suspiraron quedos . . .
y tu alma estremecíase en tus dedos
como si se estuviera deshojando.


Deja caer las rosas y los días
una vez más, segura de mi huerto.
Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto,
mejor perfuman cuando son tardías.
Al deshojarse en tus melancolías,
cuando parezca más desnudo y yerto,
ha de guardarse bajo su oro muerto
las violetas más nobles y sombrías.
No temas al otoño, si ha venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda para hacer el nido.
Y como ahora al florecer se inflama,
leño seco, a tus plantas encendido,
ardiente rosas te echarán en su llama.


Primogénita ilustre del Plata,
En solar apertura hacia el Este.
Donde atado a tu cinta celeste
Va el gran río color de león;
Bella sangre de prósperas razas
Esclarece tu altivo salvaje
Pinta su nombre sazón.
Arca fuerte de nuestra esperanza.
Fuste insigne de nuestro derecho.
Como el bronce leal sobre el pecho
Asegura al país tu honra fiel.
La genial Libertad, en tu cielo
Fino manto a la patria blasona,
Y eres tú quien le porta en corona
El decoro natal del laurel.
En tu frente, magnífica torre
De la estirpe, tranquila campea
corno amable paloma la idea
De ser grata a los hombres de paz...
esperanza la impulsa y, parece
Cuando así su remonte acaudalas.
Que de cielo le empluma las alas
Aquel soplo pujante y audaz.
Joya humana del mundo dichoso
Que te exalta a su bien venidero.
Como el alba anticipa al lucero
Aun dormida en su pálido tul,
Cada vez que otro día dorado
Te aproxima a la nueva ventura.
Se diría que el sol te inaugura
Sobre abismos más hondos de azul.
Certidumbre de días mejores
La igualdad de los hombres te inicia
En un vasto esplendor de justicia
Sin iglesia, sin sable y sin ley
Gajo vil de ignorancia y miseria
Todavía espinando retoña
Sobre la áspera Cruz de Borgoña
Que trozaste en los tiempos del rey.


Raza valerosa y dura
que con pujanza silvestre
dio a la patria en garbo ecuestre
su primitiva escultura.
Una terrible ventura
va a su sacrificio unida,
como despliega la herida
que al toro desfonda el cuello,
en el raudal del degüello
la bandera de la vida.
Es que la fiel voluntad
que al torvo destino alegra,
funde en vino la uva negra
de la dura adversidad.
Y en punto de libertad
no hay satisfacción más neta,
que medírsela completa
entre riesgo y corazón,
con tres cuartas de facón
y cuatro pies de cuarteta.
En la hora del gran dolor
que a la historia nos paría,
así como el bien del día
trova el pájaro cantor,
la copla del payador
anunció el amanecer,
y en el fresco rosicler
que pintaba el primer rayo,
el lindo gaucho de Mayo
partió para no volver.
Así salió a rodar tierra
contra el viejo vilipendio,
enarbolando el incendio
como estandarte de guerra.
Mar y cielo, pampa y sierra,
su galope al sueño arranca,
y bien sentada en el anca
que por las cuestas se empina
le sonríe su Argentina
linda y fresca, azul y blanca.
Luego al amor del caudillo
siguió, muriendo admirable,
con el patriótico sable
ya rebajado a cuchillo;
pensando, alegre y sencillo,
que en cualesquiera ocasión,
desde que cae al montón
hasta el día en que se acaba,
pinta el cubo de la taba
la existencia del varón.
Su poesía es la temprana
gloria del verdor campero
donde un relincho ligero
regocija la mañana.
Y la morocha lozana
de sediciosa cadera,
en cuya humilde pollera,
primicias de juventud
nos insinuó la inquietud
de la loca primavera.
Su recuerdo, vago lloro
de guitarra sorda y vieja,
la patria no apareja
preocupación ni desdoro.
De lo bien que guarda el oro,
el guijarro es argumento;
y desde que el pavimento
con su nivel sobrepasa,
va sepultando la casa
las piedras de su cimiento.



jueves, 21 de octubre de 2010

Vida Sin Razón





Y pensé…


que la vida era breve,


bajo el otoñal del alba…


la brisa secaba mi rostro,

de confundidas lagrimas.

Es larga la vida…

cuando la crueldad,

endurece el alma.

Deseas con fervor la muerte,

más no se compadece de tu sufrir.

Un suspiro inyecta odio,

en mis entrañas,

las palabras se confunden,

en mi irritada garganta.

De una amarga desesperación,

de una batalla para sobrevivir,

al desprecio de una vida sin razón.







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© 2010 Rosana Martí
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